MARAVILLAS DE LA TECNOLOGIA

Eran las 3:19 AM, daba vueltas en mi cama sin dormirme, tome el teléfono que siempre está en mi mesita de noche y twittie algo tonto para encontrar que hacer. Justo unos minutos después siento la vibración de mi teléfono… Antonio (que es un amigo de hace tiempo) se encontraba en mi misma situación, respondió a mi tedio pero con un mensaje al whatsapp.

Hola bonita, que haces, fueron sus palabras. Nuestra conversación inicio de lo más inofensiva, que haces, porque no puedes dormir, y así.
Llego un momento en que le dije que no quería dormir sola ya lo cual me respondió que el dormiría conmigo aunque no prometía dormir, sonreí y comencé a coquetear abiertamente con el.

Tengo que admitir que Antonio siempre me había causado buena impresión tiene ese toque de decir las palabras que haces que tomen el sentido mas adecuado, así que el coqueteo con él se dio de lo más normal.

Intercambiábamos fotos de lo que pasaba en nuestras habitaciones hasta que nos fuimos poniendo cada vez más atrevidos, las fotos cada vez mostraban mas piel y nos íbamos poniendo mas y mas perversos.

 La conversación inocente se había convertido en algo que solo llamare como sexo textual.
Cada palabra que decía me incitaba mas y mas, mi imaginación estaba al tope, el deseo de tocar mi cuerpo me invadía pero también mi deseo por encenderlo mas y mas con cada mensaje.

Siempre he sido bien perversa, expresiva, explicita, pero llegue a límites desconocidos por mí. Sentía como si cada palabra se convirtiera en una caricia. Mis manos no tocaban mi cuerpo pero aun así sentía mi piel erizarse como si estuviera en contacto con sus manos.

No puedo describir las sensaciones, eran inexplicables pero muy placenteras. Sentía mi clítoris vibrar, la humedad de mi vagina mojaba mis panties, pero mis dedos estaban pegados a las teclas del teléfono. Por momentos dejaba de escribir para enviarme una muestra de su anatomía, de su éxtasis, su verga era deseable, deseaba tenerla en mi boca y chuparla hasta extraer cada gota de su placer y se lo hacía saber con lujo de detalles, Antonio por su parte me describía la forma en que su lengua surcaría por mi cuerpo haciéndome vibrar con cada detalle.

 Ya no podía mas, mi cuerpo pedía, rogaba, gritaba ser tocado. Llame a Antonio ya que no podía seguir escribiendo, tome el handsfree y lo conecte al aparato, era obligatorio tener las manos libres.
Al oír su voz casi susurrándome, las ganas aumentaban, el iba diciéndome con lujo de detalles lo que quería que hiciera y mis manos obedecían al pie de la letra.

Mis senos eran pellizcados, comidos y mordidos por mi mientras gemía al otro lado del teléfono, mi otra mano jugaba con mi clítoris haciendo emanar mis jugos.

Aun no era suficiente, quería mas, mas de el así que le propuse usar otra tecnología, el webcam, no dudo ni un segundo en hacerlo.

Puse mi laptop en un mueble que tengo frente a mi cama de donde se apreciaba mi cama completa, y lo invite a mirar mientras él dirigía con su voz cada detalle de mis movimientos.

Su vista era algo asi como yo acostada en mi cama piernas abiertas donde podía ver exactamente como mis dedos entraban y salian de mi… mi cuerpo arqueado por el placer… oia mis gemidos al teléfono y sus ojos eran deleitados por un porno dirigido por el.

Era tan excitante dejarme dirigir por el, su mente es mas perversa que la mia, no dudaba en cambiar de posición, de rapidez, pedia mas y mas y yo lo complacía, 1 2 3 4 dedos a la vez, lo oia jadear, bramar, gemir al otro lado del teléfono mientras pedía… no conocía lo sucio y excitante que era.

Me orgasmee, lo grite, me doble casi como un pretzel, mientras lo oia victorioso.

Terminamos nuestra videosexollamada a las 6 de la mañana. 15 minutos después mi teléfono suena, abreme, estoy en tu puerta fueron sus palabras, aun no me vestía tirada en la cama recuperando las energias de tan placentera noche, fui y le abri, de mas esta decir que desde ese dia hasta hoy, Antonio y yo recorrimos todos los rincones de mi departamento, ahora somos pareja gracias a las MARAVILLAS DE LA TECNOLOGIA