Éramos amigos desde hace un tiempo ya, nos conocimos en la universidad y nos llevamos bien los 3, El, Ella y yo, siempre bromeábamos con la idea de hacer un trío, pero solo quedamos en broma, hasta aquel día especial.
Era el cumpleaños de El, y ella y yo nos encontrábamos en la disyuntiva de que regalarle, ideando planes de sorprenderlos y riéndonos de las ocurrencias. De repente ella dijo algo en broma que encendió mi imaginación… que tal si lo cogemos dormido… fueron sus palabras. Ella se dio cuenta de que mi imaginación se echo a volar así que decidimos que eso haríamos como parte de su regalo de cumpleaños.
Llegamos a su departamento bien temprano, nos la ingeniamos para entrar, estábamos aun un poquito nerviosas porque era la primera vez que poníamos en práctica lo que tanto bromeábamos, nos desvestimos en el pasillo, sonrisas traviesas, tratando de callarnos mutuamente para no hacer ruido. Al verla en sus interiores mi corazón comenzó a acelerarse, su piel blanca, perlada, hacia contraste con su lencería negra, se veía espectacular, sus tangas ocultándose entre sus nalgas y ese pushup bra le daban una redondez exquisita a sus bien definidos senos. La hubiese besado justo ahí en el pasillo si no fuese porque ella abrió la puerta de la habitación. Ahí estaba el dormido como un tronco.
Sigilosamente subimos a su cama, miradas cómplices, subiendo a ambos lados de su cama, cuerpos semidesnudos, miradas que se pierden curiosas recorriendo los cuerpos por primera vez. Su mirada era tan excitante, golosa curiosa que solo opte por acercarme a ella y besarla. Ese roce, ese contacto con sus labios erizo mi piel por completo, su suave lengua invadió mi boca haciéndome vibrar. Es cierto que ella tenía más experiencia que yo en eso pero sin darme cuenta mis manos recorrían su cuerpo, su suave y delicada piel, desabrochando sus brasiers y sintiendo la delicadeza de sus pechos. Baje mi boca a ellos y los bese, no con esa lujuria loca de quien hace algo por la calentura del momento sino como quien saborea algo esperado…
El sonido de nuestro amigo aclarando la garganta nos dio a entender que ya había despertado y que nos estuvo mirando, no se cual habrá sido su expresión al despertar pero sus ojos ahora estaban lleno de lujuria, su excitación era evidente debajo de la sabana. Era como si hubiésemos escrito una obra y la estábamos actuando porque los movimientos de ella y míos eran exactamente exactos. Continuamos besándonos, lo mirábamos de reojo lleno de ganas, nuestras manos descubrieron su piel, bajamos sus bóxers y acercamos nuestras bocas a el, lo recorrimos con las lenguas que de momento se entrelazaban y de momento lamian lo que cada vez se endurecía mas. Nuestras salivas mezclándose con su semen chorreando por nuestros labios y ella y yo sin dejar de lamernos. Que rico orgasmo tuvo…
Nos acostamos a ambos lado del, Feliz cumpleaños precioso dijimos al mismo tiempo. Mire el reloj, ya debíamos irnos a la universidad, pero aun no quería irme asi que les dije… que tal si faltamos a clase y nos quedamos en cama… quite mis tangas haciéndoles saber que no me movería de esa cama sin terminar todo lo que rondaba en mi perversa mente. Ella me leyó la mente y también aventó sus tangas al piso… ahora bien, que harás con 2 mujeres desnudas cumpleañero, dijo ella… Las manos del, una en cada vagina, sintiendo nuestra humedad, gemidos constantes, ansiedad, placer, ella lo beso en los labios mientras sus manos acariciaban mis senos… su hombría se manifestó de nuevo, se paró a buscar un preservativo dejándonos solas en la cama. Otra vez me invadió el deseo curioso de saborearla ella dedeaba su vagina deseosa, su humedad era evidente, retire su mano, acerque mi boca, con mi lengua secaba su humedad que cada vez era mayor, estaba apoyada en mis rodillas, con la cabeza metida entre sus piernas, dándole la posición perfecta al cumpleañero para que me penetrara en 4.
Sentí sus manos en mis nalgas, acomodándose para el inicio de lo que sería uno de los orgasmos más placenteros de mi vida. Sus embestidas dirigían mis movimientos haciendo que con igual intensidad yo la penetrara a ella con la lengua. Sentía sus contracciones en mi lengua, mientras mi vagina lo apretaba como si no quisiese que saliera nunca de mí. Los gritos de ella, la respiración de el, eran sonidos melodiosos que aumentaban mi éxtasis. El orgasmo fue intenso, el mío, el de ella, el de el, fueron sucediendo uno detrás del otro, yo caí con mi cara en su vagina, mojada de sus jugos y el tumbado en mi espalda mezclando nuestros sudores… duramos así un momento, recobramos el aliento y seguimos disfrutando de lo que fue la CELEBRACION DEL TRIO DE CUMPLEAÑOS.
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