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viernes, 9 de septiembre de 2011

Su Viaje con Escala

Llevábamos tiempo siendo conocidos, pero el día que leyó mi relato algo en su interior se encendió, era tan vivido que provoco emociones que no sabía que la lectura pudieran generar, fue tan mentalmente reala que podía oler el ambiente e incluso distinguir los colores que describía, en su mente pensaba que nunca antes había tocado temas sexuales con alguien pero esta vez algo lo impulsó a querer coquetear conmigo, que cuando vino a darse cuenta ya estábamos intercambiando mensajes en doble sentido, había visto mi foto de avatar y denotaba a una mujer sin prejuicios muy abierta a la vida y sus placeres, pero no se atrevía a contarme sus deseos pues temía ofenderme. Intercambiamos informaciones como lugares de origen, gustos, preferencias y hasta números telefónicos, de mas esta decir que la química entre los dos fue permitiendo que fluyera la comunicación y que nos sintiéramos a gusto uno con el otro, tanto así que hasta fantaseamos con la idea de algún día conocernos, total el mundo da tantas vueltas y quien sabe…

Un mes después se encontraba en la agencia de viajes tramitando un vuelo, cuando decidió darle riendas sueltas a la locura y programar una escala en ese país que lo hacía vibrar pensando en conocer esta chica loca que lo hacía estremecer con sus palabras. Programo un día completo conociendo la chica que despertaba sus pasiones.

Planeo todo como una sorpresa, Y ahora se encontraba aquí, bajando del avión ansioso y emocionado.

Mi teléfono sonó repetidas veces y yo que por casualidad estaba cerca del Aeropuerto no oía el teléfono metido en la cartera, hasta que casi susurrando conteste  "disculpa es que estaba pasando cerca del aeropuerto y oía nada (vaya coincidencia), es justo cuando me dice que descabellada idea y que acababa de apearse del avión. Los nervios me invadieron, estaré presentable para conocerlo, Dios debí  vestir más guapa, pero como ya no tenía remedios fui  a buscarlo. Era un día caluroso así que andaba con unos pantalones cortos blancos, un top rojo chino ajustado que dibujaba el contorno de mis bubíes y de mi cintura, zapatillas de plataforma en ambos colores, cola de caballo y accesorios combinados (si estaba presentable)

Allá lo vi sentado, mirando a los pasajeros que pasaban como quien busca algo perdido, me acerque a él con mi coquetería innata, el instintivamente, se notaba su nerviosismo, no sabia que decir así que rompí el hielo… hola extraño, soy yo….

Era más alto de lo que suponía me miro, me abrazo y beso mi mejilla, ofrecí llevarlo al hotel donde se hospedaba. En el camino hablábamos sobre nuestras primeras impresiones, no dejo de hacerme cumplidos, su mirada perversa, maliciosa, quien sabe lo que había en esa mentecita, ya en el hotel me engatuso para subir a su habitación con la historia de que necesitaba cambiarse para que tomásemos un café o algo.

Me quedo en la salita de su habitación mientras él se baña, ojeo una revista y en eso suena su teléfono celular y saleen toalla, sin pudor alguno a contestar, mis piernas temblaron, a ver aquel cuerpo, alto, musculoso, mojado… termina su llamada y dirige la vista a mí, mis ojos me delataron, recordé cada uno de eso lascivos mensajes que nos enviábamos y ardía en deseos. La química que había en nuestros ciber encuentros se extendió al físico. Me halo del mueble donde estaba sentada, tomo un sorbo de la copa que minutos antes me había ofrecido, yo seguía su boca con la mirada hasta que la pego a la mía, sentía como si toda la pasión se trasmitiera en ese beso, suave, pero que a la vez recorría cada centímetro de mi boca, su lengua se movía de forma exquisita, se topaba con la mía, la única forma que describo su beso es sexo entre lenguas.
Su boca bajo a mi cuello, su lengua hacia un rastro húmedo en el, sus manos se fueron a mi cintura, tomo los bordes de mi top y con una caricia fue subiendo hasta quitármelo, para dejarme en unos bra de encaje color rojo que le daban una forma muy apetitosa a mis senos. Hundió su cara en ellos perdiéndose en el aroma de mi piel. Fue llevándome a la habitación suavemente, dejando en el recorrido todas mis prendas.

Ya en la cama y totalmente desnudos su lengua rodeaba mis pezones, los comía, sus caricias no eran ardientes, más bien suaves pero si muy placenteras, lo sentía con cada célula de mi cuerpo. Sus dedos recorrían mi cintura, mi pecho, mi cuello, toda mi piel, haciéndome erizar con cada contacto, bajaron hasta el interior de mis piernas, justo en medio de ellas, separándolas un poco.

Bajo su boca al interior de mis piernas, mi sexo ansioso, húmedo, palpitante… sentí como su lengua se adueñaba de él como si no fuera la primera vez.

Me vine en su boca, mientras el no dejaba de chupar, sin pensar más subió sus labios a mi boca y mientras me besaba, su verga se introducía suave y placenteramente en mi, nuestros movimientos cadenciosos, nos mirábamos fijamente mientras el vaivén de nuestros cuerpos nos hacían gemir. La rapidez iba aumentando, nuestros sudores se mezclaban, y nuestro instinto animal salía a flote, la pasión nos llevo de las caricias más tiernas a las mordidas, a aruñar toda la longitud de su espalda, a los gritos cargados de éxtasis… y al orgasmo placentero

Sin darnos cuenta habíamos pasado 3 horas sin notarlo siquiera…

En ese momento otra molesta llamada, para confirmar su viaje de salida, voltea lentamente la mirada y con su ya acostumbrada malicia le dice a la operadora: “Señorita, en el vuelo de regreso, también haré escala aquí” …..

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