PORNO EN VIVO

Tengo una pareja de amigos quienes desde hace tiempo saben de mi gusto por los relatos eróticos, esa tarde me pidieron que fuera participe como espectadora de uno de sus ardientes encuentros y luego lo relatara. La petición me dejo atónita pero accedí, quien sabe que podría resultar de la experiencia.

Pasaron por mí como a las 6 de la tarde, llegamos a su departamento donde nos tomamos unas 3 o 4 copas de vino para relajarnos y perder cualquier rastro de vergüenza que pudiera quedar.  La tensión que había fue disminuyendo hasta que poco a poco desapareció. Yo sentada al frente de ellos en un mueble junto a su cama, ellos encima de ella comenzaron a besarse, tenían ya planeado lo que harían porque la habitación estaba preparada para lo que yo disfrutaría, en la mesita de noche habían esposas, siropes, crema batida, vendas, vibradores…de solo imaginar lo que harían con todos estos artefactos ya se me estaba haciendo la boca agua.

Hábilmente la desnudo, la suavidad con que quitaba cada una de sus prendas, besando cada parte de su cuerpo, podía sentir mi piel erizar, era como si yo misma sintiera esas caricias. Luego de desnudarla por completo tomo las vendas y las esposas, ato sus tobillos de las patas de la cama, vendo sus ojos y cuidadosamente puso las esposas en sus muñecas dejándola presa de sus perversidades, bajo directamente a sus bien definidos y por mas decir apetitosos senos, la forma en que los besaba, chupaba, mordía hacían que ella se estremeciera y mis tangas se humedecieran. Tomo un hielo de la hielera donde reposaba el vino, lo puso en su boca y volvió a sus senos donde hacia movimientos circulares alrededor del pezón de ella… debió ser exquisito el contraste del dolor de las mordidas con el frio contante del hielo, ella se estremecía, gemía trataba de liberarse de sus ataduras pero a él parecía no importarle pues seguía en su magistral labor. No paraba de chupar sus senos, mientras sus manos bajaban al sur del estremecido cuerpo, sus dedos hacían movimientos circulares en su clítoris y los gemidos de ella se incrementaban, yo estaba súper excitada, rozaba mis muslos buscando alguna clase de placer, no quería distraerme de lo que veía era tan excitante, siempre me había excitado el porno pero tenerlo tan cerca que casi podía incluirme en la acción era el doble de excitante.

Su boca fue bajando besando cada centímetro en su recorrido, hasta llegar a su vagina, en ese momento recordé una frase que mi amiga siempre decía de su pareja… ese condenado podría sacarle espuma a un cappuccino con su lengua y supe que disfrutaría viendo como él lo hacía.

Su boca arropaba todo su sexo, que ya estaba bien mojado y excitado por la dedeada que le había dado, chupaba sus labios y los halaba en tiernas pero incisivas mordidas, metía su lengua en el interior de su vagina y absorbía cada gota de sus jugos, su lengua revoloteaba en su clítoris como alas de mariposa, los gemidos de ella eran cada vez más intensos y me hacían arder. Ella comenzó a convulsionarse en la cama y su orgasmo fue bien expresivo, mientras que el mío fue silencioso pero ardiente.

Desamarro sus piernas y manos, espero que recobrara el aliento y esta vez la amarro de frente hacia mi, su cuerpo quedo boca abajo, sus piernas separadas, los brazos atados a ambos lados de la cama y su vista hacia mí, ambos me miraban ella con los ojos llenos de éxtasis y el con toda la malicia y perversión que se que tenia por lo que ya me había contado mi amiga en otras ocasiones.

Comenzó besando lamiendo el pliegue de su pierna, subía a la mitad del muslo y retornaba, volvió a tomar un hielo y subió desde sus piernas hasta sus nalgas y en retorno hasta gastarlo, luego chupo el agua que había en su piel, se dirigió a sus nalgas y las mordía y apretaba sacando gemidos cada vez mas fuertes de ella, ella miraba como yo iniciaba a desnudar algunas partes de mi cuerpo, yo acariciaba mis senos y ella se mordía los labios. El me miraba de reojo y la mordía más fuerte, con sus manos separo sus nalgas y metió su lengua, ella gritaba de placer, yo estaba completamente humedecida y comencé a tocarme por encima de mis tangas, no dejaba de mirarlos.

El tomo una almohada y la coloco debajo de su vientre para darle un poco de altura a su culito que no dejaba de saborear. Levanto la cara para ver como yo me masturbaba y aprovecho para meterle los dedos en su ya dilatado culo, todo era tan ardiente, sus gritos mis gemidos, como la penetraba con sus dedos.

Se coloco detrás de ella, saco su muy endurecida verga y sin pensarlo se la ensarto en el culo, ella gritaba de placer, el me miraba yo con mis piernas apoyadas a ambos lados del sillón, parecía como si me penetrara desde donde él estaba. Sus embestidas eran fuertes y por lo visto muy placenteras, mi amiga ardía en placer, ya no hacía esfuerzos por desatarse más bien gozaba viéndome y sintiendo la gruesa verga de su novio penetrarla, el no aguanto mas, saco su verga de su culito y derramo todo su placer en las nalgas de ella.

Aun no satisfecho de su obra y viendo que yo seguía en mi jornada, desato a su bella novia la volteo, poniendo su vagina otra vez en su cara, tomo el vibrador y lo sobaba por sus labios y clítoris sin penetrarla, y me miraba mientras lo hacia, subía lentamente la velocidad haciéndola gemir mas y mas, suavemente fue penetrándola con la velocidad al máximo mientras con la otra mano jugueteaba en su clítoris, ambas estábamos llegando al orgasmo, ella se corrió mientras el sacaba el vibrador y bebía sus líquidos y yo lamia mis dedos degustando el mío…

Luego de nuestros ricos orgasmos, descansamos un momento en silencio, tomamos otra copa de vino, nos vestimos y como si no hubiese pasado nada entre nosotros, me llevaron a mi casa donde les prometí relatar mi PORNO EN VIVO