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viernes, 17 de junio de 2011

DIA QUE DEJASTE TU CELULAR

Luego de haber amanecido juntos amándonos toda la noche, a mi amorcito y a mí se nos paso la hora de levantarnos para que mi novio se fuera a trabajar. Cuando vio la hora, se apresuro a bañarse y cambiarse para no llegar "tan tarde", parecía Flash por la rapidez con la que se movía, logro hacer su rutina diaria de 1 hora en menos de 15 minutos, me dio un beso rápido y se fue.
 
Yo por mi lado me tome mi tiempo en la mía, tome una ducha, me prepare un café y me dispuse a vestirme porque tenía cosas que hacer en la calle. No puedo negar que el ser coqueta lo tengo en la sangre así que use unas zapatillas de plataforma rojas, una falda de mezclilla que aunque no era taan corta, si mostraba mis bien torneadas piernas y parte de mis muslos, termine mi atuendo con una camisita de cuadritos rojos que apenas me abrochaba el ultimo botón, mostrando un poco la redondez de mis pechos, confieso que quede linda.
Recogí un poco la habitación por el desorden de la noche anterior y me di cuenta que en la rapidez de mi despistado novio, dejo su vida, léase su blackberry. Ya que tenía que salir y sabiendo lo importante que era para sus labores, decidí llevárselo.
Llegue a su oficina, modestia y aparte sentí algunas miradas lujuriosas posarse en mis pechos y en mi trasero y eso elevo mi coquetería habitual.
Llegue hasta su escritorio, estaba de espaldas a mi así que no me vio llegar, me acerque a su oído y le susurre, dejaste esto en mi casa precioso...  Volteo a verme y sus lindos ojitos quedaron a la altura de mi pecho. Me dijo gracias mi cielo, ya estaba a punto de llamarte, y gracias por vestirte así para traerlo, sus ojos no se apartaban de mi pecho mientras me hablaba. 
Volví a acercarme a su oído, ahora de frente, acercando mas mis pechos hacia él, con ellas casi en la cara le susurre,

-no hay aquí un lugar donde las puedas ver completas???

Se que su imaginación comenzó a volar porque ya veía como dentro de su pantalón algo se ponía tenso. Me señalo una puerta y me dijo como si fuéramos 2 espías,

-te espero en 3 minutos
 
Así lo hicimos, el se fue delante y yo como quien ya se retiraba, lo seguí minutos después, si que estaba que ardía, no bien cerré la puerta cuando me pego de ella, puso seguro y me beso la boca con rabia sus manos se apoderaron de mis pechos mientras me susurraba,

-cuanto me excitas cuando te pones así

Con la rapidez de un lince desabrocho mi blusa, saco mis senos del bra y llevo su boca a ellos, sentir sus dientes y sus labios apretando mis pezones me hizo gemir de placer, tuvo que tapar mi boca con una mano para que no se oyeran mis lujuriosos gemidos. El saber que fuera había un montón de personas que podían descubrirnos, su boca proporcionándome un delicioso y doloroso pero excitante placer y sentir su cómo estaba de duro mientras rozaba su verga por encima de la ropa, era un cuadro totalmente excitante.

Llevo su otra mano bajo mi falda, aparto mis tangas y sentía sus dedos bañarse en mi humedad y perderse en lo profundo de mi vagina.

Mordí los dedos que aprisionaban mi boca, el placer era tan intenso, la adrenalina fluía por mi cuerpo. Quito mis tangas con la misma rapidez con la que había desabrochado mi blusa, me llevo más adentro en el cuartito, me pego de la pared de fondo y se agacho frente a mí, lleve una pierna a su hombro abriendo mas mi vagina, sus dedos entraban y salían de mí, me dijo,

-procura no hacer ruido 

Me miro con esa perversidad de quien va a cometer una travesura y “devoro” mi sexo, lo digo así porque no hay otra palabra que describa lo que hizo. Su boca, su lengua, sus dedos hicieron trabajos magistrales, sentía todo mi cuerpo temblar, casi no podía sostenerme parada, quite mi blusa por completo y la mordí para evitar que mis gritos se oyeran en toda la oficina porque el placer que estaba recibiendo no era para menos. Que maldita mamada, no puedo decirlo de otra manera.

Ya consciente porque debo admitirlo casi me desmayo del orgasmo, me agache frente a mi novio, no podía dejarlo con esa erección y ganas no me faltaban de hacerlo venir de la misma manera. Baje sus pantalones, su bóxer y su verga parecía un cañón a punto de disparar, aun mojada de mi orgasmo, pase mi mano por mi sexo y luego por su verga, mis líquidos hacían que fuera más fácil masturbarlo, sentía sus venas en mi mano, lo sentía palpitar mientras se lo sobaba, me hubiera gustado tomar una foto de su cara, era de puro placer, sentía que ya casi estaba llegando y lleve mi boca para chuparlo mientras seguía masturbándolo, lleno mi boca de su éxtasis y yo lo tome sin dejar una gota, por su cara entendí que lo había recompensado por su buena labor momentos atrás…

Nos arreglamos mutuamente, el me vistió y yo acomode su atuendo, salimos del cuartito de la misma forma que entramos, yo me fui a mis diligencias el continuo en su trabajo, pocos minutos luego de salir de su oficina me texteo, si así me traes los pendientes, dejar algo en tu casa será un habito. Reí en mi interior recordando como fue el DIA QUE DEJASTE TU CELULAR

      

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