El otro día estaba sola en la oficina, no tenía mucho que hacer (aunque esa no fue la razón) y llame a mi novio para hablar un rato. La conversación llego al momento que se salió de tono como de costumbre (perverso el niño), nos calentamos tanto que pensé que el teléfono se derretiría de tanto fuego. Luego que nuestras agitadas voces volvieron a calmarse, agitados por la conversación, nos despedimos, cerramos el teléfono y volví a trabajar.
No paso una hora cuando alguien llamo al timbre, no suelo recibir visitas en la oficina por eso me extrañe de que alguien llegara a visitar, fui a la puerta y mire por el visor, una flor no me dejaba ver quien era así que pregunte, con un poco de confianza, más de la habitual, abrí la puerta para saber quién era ya que la persona no contestaba, y como la oficina está en una zona pública, no debía temer. Ahí estaba el con rosa en mano y con esa sonrisa que me vuelve loca.
Pasamos y fuimos hasta mi escritorio, aun tenía trabajo que hacer, acerque una silla y lo senté justo a mi lado en lo que enviaba unos mails. La tentación de tenerlo cerca empezó a consumirme, lo mire a los ojos, pare la trompita como una nena pidiendo un beso, que sin pensarlo me dio. Me pare de mi sillón, me senté encima del escritorio justo frente a él acerque su silla y puse mis piernas alrededor de el agarrándolo, su cara quedaba justo debajo de la mía dándome total control cuando lo besaba. Acercaba mi cara a la suya en constante provocación, solo provocaba que quisiera besarme. Lo bese con pasión y sus manos me agarraban de la cintura y sus dedos rozaban mi piel por entre mi blusa. No aguantó la dulce tortura y se paro para ser él quien estuviera en control, nos besamos un rato más, sus manos buscaban desesperadamente tener contacto con otras zonas de mi piel, mis piernas lo abrazaban por la cintura para que no se apartara de mí.
La sangre me hervía dentro, me pare y lo agarre de la mano, lo llevaba tras de mí, me pegue a él y comenzó a besarme el cuello por detrás, sentí como todo mi cuerpo se erizaba, el deseo y la excitación se estaban apoderando de mi. Lleve mi boca a la suya aun en la misma posición, sus manos me acariciaban por encima de la blusa y los jeans, sentía que ardía entre sus brazos.
Desabroche mis jeans y lleve su mano hasta dentro de mis tangas, sentí sus dedos recorrer mi humedad, entrar y salir de mi haciéndome gemir y suspirar. Caminamos de vuelta al escritorio, repetía una y otra vez en mi oído, que quería disfrutarlo con su boca, al principio dije noo, pero siguió repitiéndolo que mis manos se hicieron presa de sus deseos, termine de quitar mi pantalón, el de rodillas frente a mí, yo sentada en el escritorio con los muslos alrededor de su cara, sentía como su lengua entraba y salía mientras sus dedos frotaban sin parar mi clítoris, mi orgasmo no se hizo esperar, fue tan excitante, placentero, enloquecedor, que hoy miro la esquina del escritorio y me erizo por completo.
Volví a vestirme, el dulce como siempre me ayudo a acomodar la oficina. Nos besamos un rato mas, se marcho dándome un largoooo beso, de esos que te hacen ver estrellitas y te dan ganas de mas. Aun espero volver a quedarme a solas en la oficina….
ya no puedo seguir leyendo tu blog... tus comentarios son muy vívidos y yo no tengo sexo hace tres meses... creo que voy a tener que hacer una que otra llamada jajajaajaj
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