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miércoles, 16 de febrero de 2011

Mi noche de enamorada



Quiero que vengas por mí, que me lleves a un sitio lindo, ponerme aquel vestido que tanto te gusta, usar el conjunto de interiores que compre y que se que te gustara. Esmerarme en mi arreglo, peinado, maquillaje y arreglarme para ti. Pasaras por mí, llegaras con tu perfume enloquecedor y esa sonrisa que me derrite abrirás la puerta de tu auto y me acomodare al lado tuyo. Hablaremos de lo bella que estoy y de otras boberías cotidianas, iremos a nuestro restaurant preferido y continuaremos nuestra charla mientras cenamos.
Mis pies rozaran tus piernas por debajo de la mesa y sentiré como comenzaras a hablar sin sentido, porque estas más atento a lo que pasa debajo de la mesa que a lo que estás hablando. Iré al baño y al regresar cuidadosamente depositare algo dentro de tu bolsillo, tu curioso como siempre entraras tu mano al bolsillo y veo como tus mejillas se enrojecen al imaginar mi sexo desnudo cuando sientes la textura de mis tangas de encaje dentro de tu bolsillo, seguimos conversando pero veo como tu mirada se transforma esa mirada lujuriosa, esa mirada tuya que lleva a besos apasionados, tu mirada deseosa, y sé que estamos pensando en el mismo fin, tu mirada no miente, estas pensando en poseerme. Al llegar a tu carro, inmediatamente entras te avalanchas sobre mí y me besas con pasión, con furia, con deseo, tus manos las siento por todo el cuerpo, me tocan, me aprietan, el deseo que sentimos es casi incontrolable, te detengo y te digo, hazme tuya ahora mismo, siento como tus manos juegan debajo de mi falda y recuerdo que no llevo mis tangas puestas, tu ríes perversamente, siento como agarras mi sexo por completo y lo aprietas entre tu mano mientras yo beso tu cuello con locura, meto mis manos en tu pelo, lo halo hacia atrás y chupo todo tu cuello, gimes, suspiras y eso me provoca mas y mas. Aprietas más y más mi sexo y mis gemidos y los tuyos nos hacen cada vez más ansiosos. Prendes el auto y nos dirigimos al motel más cercano, tu mano sigue aun jugando con mi clítoris humedeciendo mas y mas mi vagina, abro las piernas, mas y mas y agarro tu mano para que no dejes de masturbarme, sigo halando de tu pelo y eso hace que metas tus dedos con más fuerza, con más presión, Dios!!!
Llegamos al motel y no bien cerraste la puerta me desnudaste completamente llevaste mis muslos alrededor de tu cintura y chupaste mis senos, chupabas, mordías, lamias mis senos con lujuria los agarraba fuerte con sus manos dios esa sensación de dolor placer me estaba enloqueciendo me llevaste al borde de la cama me acomodaste en posición de perrito y sin pensarlo me introdujo su duro y venoso pene en mi vagina
No fue suave y gentil como en otras ocasiones, fu rudo y lujurioso, incluso casi agresivo, Sentí sus fuertes embestidas que me hacían gritar y suspirar
Sentí como llenaba mi vagina de su cálido semen, se vino dentro de mí. Delicadamente me volteo y recostó en la cama, ahora era una persona totalmente diferente, me beso los pies y fue subiendo por mi piel desde mis negras uñas, tobillos, piernas, rodillas, muslos, mi respiración seguía igual de agitada, sentía sus labios y lengua subiendo por mi cuerpo. Esperaba, deseaba que chupara mi vagina, pero no lo hizo, llevo su boca a la mía y me beso mientras introducía su pene en mi vagina. Lo Introducía suave y lentamente, su gruesa verga rozaba suavemente el interior de mi vagina mientras me besaba y me miraba fijamente a los ojos, su mirada era apasionada. Era apasionado, placentero, me beso apasionadamente justo cuando comenzaba a estremecerme, mi orgasmo fue dulce e intenso a la vez.

Dormimos un rato abrazados, yo dentro de sus brazos, sintiendo su cálido pecho en mi espalda. Mi noche de enamorada 

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