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lunes, 26 de septiembre de 2011

Mi Primo Antonio

Viaje a mi pueblo natal para tramitar unas negociaciones de la empresa para la que trabajaba, ya tenía todos los gastos cubiertos, la comida, el alojamiento, pero me ahorre los gastos y me fui a pasar esa semana donde mi tía que aun vivía allá. Arregle con ella para no caer de sorpresas y ella encantada porque tenía muchos años que no me veía.
Llegue mucho más temprano de mi cita laboral, para acomodarme, bañarme y estar relajada a la hora de la reunión.
Al llegar a la casa mi tía me recibió, como siempre con mucho cariño, hablamos un rato de trivialidades familiares, hasta que esta maravillosa figura apareció, llevaba unos jeans ajustados, y una playera de un color naranja resaltando ese color canela que mmmmmmmm… mi primo a quien tenía años que no veía, aquel flacucho que tanto me molestaba se había convertido en aquella deliciosa figura que mis ojos veían.
Recuerdas a Antonio?, me pregunto mi tía, nos saludamos cordialmente pero ya era hora de irme a la reunión. Tony (así le decíamos) se ofreció a llevarme ya que conocía las calles mejor que yo y además por las insistencias de mi tía. No cruzamos palabras, parecía una persona odiosa, falto de modales, de hecho hasta me pareció incomoda su presencia aunque no podía evitar recorrerlo disimuladamente, mi primo estaba como para morderlo. Note que me su mirada me recorría disimuladamente pero solo eso. Llegamos al edificio donde iba, me dejo en la oficina y se marcho.
La reunión aburridísima, luego que termino hice unos reportes y me marche, tome un taxi y llegue a la casa.
Mi tía me mostro mi habitación, duraría unos 3 o 4 días en su casa, instale mi laptop y me distraje en cosas de trabajo, llego la noche, cenamos, mi tía suele dormir temprano, yo termine de enviar los emails y me acosté. No vi mas a Tony desde que me dejo en la oficina, quede tan cansada que olvide por completo donde estaba. Era una noche calurosa me quite la pijama y termine por quedarme en tangas en la cama, desperté como a las 2 algo sedienta por el calor, fui a la cocina a buscar un vaso de agua como si estuviera en mi depa, prendí la luz y ahí­ estaba el parado junto al refrigerador. Mis ojos recorrieron su definido cuerpo, sus músculos, solo llevaba unos boxers puestos, me quede estática admirándolo, note sus ojos devorarme mirarme con ansias el pecho, recordé que estaba casi desnuda y corrí a mi habitación.
 Deje la puerta abierta, no sé en qué pensaba, pero deseaba que el siguiera mi mente, el deseo me invadió, era mi primo pero la forma en que me miraba los pechos, la cintura, las bragas me decían que estaba tan deseoso como yo.
Al retornar a su habitación Tony vio mi puerta abierta y no dudo en entrar, cerró la puerta para evitar sonidos, aun sigues siendo una niña traviesa me dijo y sin preguntar mas nada subió a mi cama, me tomo de la cintura con sus fuertes manos y me susurro…- vaya como has cambiado.
En la oscuridad de la habitación no distinguía sus expresiones pero sé que eran ardientes. Hábilmente me coloque encima de él y le susurre…- si que he cambiado, ya no soy esa niña que solías molestar, ahora es mi turno de que juegues mi juego… Resbalando mis manos por su pecho fui bajando mi cuerpo hasta llegar a su boca, le di un beso inocente hasta que se acomodara, tome sus manos con las mías, lo tuve bajo mi control por un momento, mordisquee sus labios y le dije… -a que no conocías este juego… se dejo llevar por mi, sumiso aceptando mis besos y pequeñas pero incitantes torturas. Solté sus manos y las lleve a mis pechos… -antes no tenía esta… le dije y esas fueron mis últimas palabras…
Antonio tomo total control de mi, con la habilidad de un tigre se coloco encima de mí, ato mis manos con las suyas, y comenzó a moverse encima de mí, a restregar su cuerpo con el mío como si me transfiriera su piel, ese roce, esa fuerza, esa intensidad parecían como una violación, violación a la que yo estaba accediendo y la cual estaba disfrutando. No sé en qué momento retiro mis pantis o si los quite yo, sentí su gruesa verga suavemente entrar en mi interior, suavidad que solo duro hasta que la introdujo completo… acerco su boca a mi oído y me dijo -tu tampoco conocías esta parte de mi…, se movía rítmicamente en ese entra, sale, entra, sale, mordiendo mis labios cada vez que su cara se acercaba a la mía.  Soltó mis manos, ya no era su presa, no era su víctima, mis manos encontraron su espalda y mis uñas recorrieron su espalda haciéndolo excitar de tal manera que sus movimientos eran mas y mas rápidos, mas penetrantes, mas roce y por todo esto más excitante.  Volví a ponerme encima de él, a cabalgarlo a excitarlo con mis movimientos, sus manos me apretaban tan fuerte de las nalgas y hacían que con cada movimiento mío me penetrara más profundo, ese juego por tener el control el uno del otro era tan excitante, sentí mi primer orgasmo mas seguí montada encima de el, el lo sintió mas no dijimos nada, solo gemíamos apretando nuestros gritos con besos apasionados para no despertar sospecha. Otro cambio de posición, olvide por completo nuestra relación familiar, me puse en cuatro y lo invite a penetrarme más hondo, ya nuestros ojos se habían acostumbrado a la oscuridad de la habitación por lo que sentía sus manos como dibujando mi cuerpo, mas bien moldeándolo, me penetro rápido, sediento, ya casi llegaba al orgasmo pero lo retardaba, su intención era dejarme cansada y extasiada, siempre tenía que ser el que ganaba, sentí sus manos recorrer mi cuerpo por los costados, mis caderas, mi cintura, me poseía con todo, con manos con ansias con fuerza con pasión. Sentí su chorro caliente invadirme, lo sentí caer en mi espalda, su sudor con mi sudor, ambos exhaustos, placidos de nuestro encuentro…
Dormimos desnudos, despertamos más temprano de lo acostumbrado para que él se retirara a su habitación, antes de marcharse me dio un largo beso y me dijo digamos que fue un empate, esta noche decidimos quien será el ganador…  

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