Seguidores

miércoles, 23 de febrero de 2011

Tarde en tu oficina

Hoy tenía ganas de verte así que me bañe, me puse ese perfume que tanto te gusta, una minifalda que aunque no era altamente sensual si era provocadora. Use una blusita blanca de tiritos, que dejaban ver mi bronceado, y me puse unas botas de taco fino que llegaban a mi rodilla, solté mi pelo negro, maquillaje sencillo pero seductor. Sabía que hoy no estabas muy ocupado así que podrías recibirme sin problemas. Llegue a tu oficina y le dije a tu secretaria que tenía una cita contigo, ella me miro de arriba a abajo con ojos críticos pero aun así te informo que yo estaba esperándote. Te paraste en la puerta a abrirme y hacerme entrar a tu imponente oficina del decimo piso, ventanales de cristal de donde se podía ver todo un hermoso panorama, me  acerque al ventanal para admirar el paisaje, sentí como te acercabas por detrás mío. Besaste mi cuello, acto seguido iniciaste  a susurrar cosas al oído que iniciaron a estremecerme, yo solo disimulaba con risitas, comenzaste a hacer bromas de cuales serian mis funciones si fuera tu secretaria y mis ojos comenzaron a brillar, como quien trama algo, te tome por la correa y te lleve tras de mi hasta tu escritorio, te senté en tu sillón y yo me senté encima  de tu escritorio, ambas piernas apoyadas a los lados de tu sillón,  lo que hacía que mis piernas estuvieran abiertas justo frente a tu cara y te dejaba ver la tanguita que traía puesta. Te quedaste mirando el panorama por un minuto pero tus ojos me hacían saber que en tu mente solo había una cosa sin decir una sola palabra, te incorporaste en tu asiento y acercaste el sillón de modo que estuvieras más cerca, comenzaste a besar mis piernas suave y tiernamente, mientras yo acariciaba tu pelo con mis manos, metía mis dedos entre tu pelo y jugaba con el, tu seguías besando mis muslos, cada vez más adentro y yo solté unos pequeños gemidos que solo lograron encender aun mas tu deseo, mis juegos con tu pelo dejaron de ser tiernos y se volvieron más agresivos, tu mente y la mía parecían estar conectadas de alguna forma. Hiciste algo que me hizo salir de del trance, me halaste hacia ti de modo que podías meter tu mano completamente en mi falda y halar mi tanga, por la posición en la que estaba no era fácil sacar mis panties así, solo sentí el frio del metal cuando de un tijeraso los cortaste, dejando mi sexo a tu antojo. Viste la humedad de mi vagina y esto te puso como loco, llamaste a tu secretaria por teléfono para decirle con tu tonito de ejecutivo "no me pases llamadas" acto seguido tu boca se adueño de mi sexo por completo, sentí tus labios, tu lengua y hasta por leves instantes, tus dientes como recorrían lugares que ni siquiera imaginaba que podían ser alcanzados, sentía como escalofríos inundaban mi cuerpo, sentía placeres que nunca había sentido, tus lamidas, chupones, lengüetazos, mordidas, hacían que tuviera el orgasmo más grande de mi vida, sentía como me corría, gemía loca de lo excitada que estaba, y esto hacia que me lo hicieras con más ganas. Cada vuelco que daba era como si te inyectara energía, apretaba tu cabeza, tus cabellos con más fuerza, definitivamente nuestras mentes estaban conectadas, porque sin pedirlo, ni gritarlo hacías justamente lo que quería, mi orgasmo fue tan grande, moví hasta tu asiento hacia atrás con mis revolcones, tu por poco te caes, pero por nada dejabas de chupármela, sacaste todos mis jugos hasta dejarme seca, sin fuerzas y yo agarrando tu cabeza fuerte para que no te despegaras. Caí rendida en tu escritorio y tú me mirabas con ojos triunfales, mi sexo estaba sensible, lo sentía caliente, un tantito doloroso al tacto, pero el placer que sentía, hacia que aun sintiera pequeños temblorcitos, como leves corrientosos por todo mi cuerpo. Me mirabas como a una puta saciada y yo veía tu cara gozosa, mira como te tengo!, mira como te puse!, me decías ahhh que delicia, esa expresión de tu cara me éxito tanto, que sentí otro corrientoso, esta vez en mi clítoris. Mientras estaba tirada en tu escritorio, te paras enfrente de mí, veo con tu pene quiere romper tu pantalón, ver mi cara de perrita deseosa, aumento tu furia porque te acercaste a mí y me desnudaste con unas ganas como si quisieras romper mi ropa. Quitaste mi falda, bajaste tus pantalones con una rapidez inigualable, no te importo tu ventanal de cristal, solo querías saciar tu sed que te provoque, sed de poseer mi cuerpo, pero esta vez uniendo nuestros sexos. Llevaste tu verga a la entrada de mi vagina y la sobaste, aun estaba adolorida de esa grandiosa chupada, pero sentía más el placer que me daba el sentir como me lo sobabas, estaba tan duro, las venas parecían explotar, no aguantaste mas las ganas y lo metiste completo Ahhhhhhhh, solo salía de mis labios, cada vez que lo metías con ganas, me levante sin dejar que pararas de meterlo y acerque mi boca a la tuya, no sin antes quitar mi blusita y quedar totalmente desnuda Mmmmmm te éxito tanto ver mis senos al aire moviéndose con cada metida que me tomaste del cuello y me besaste con furia Se sentía el fuego que salía por nuestras pieles, seguías metiéndome tu verga duro aghhhh que rico más rápido y besándome con aquella pasión. Estábamos como en otro mundo, conectadas uno al otro pero al mismo tiempo no sabíamos que hacíamos, estábamos como drogados de placer, nos movíamos, nos aruñábamos, dios que placer que ganas, ya no importaba nada ni la vista ni el temblor del escritorio te amarro a mi cuerpo con mis piernas y me dejo tumbar en el escritorio, te aprieto fuerte y siento que con esto tu verga se mete mas y mas dentro, me llevo mis manos a mis tetas y comienzo a acariciarlas, tú me miras como si quisieras hacer todo al mismo tiempo, quieres meterlo, chuparme, besarme, hacerlo todo, pero te encanta como me toco, como me muerdo los labios para no gemir. Te grito que me voy a correr otra vez, pero no te importa, solo quieres darme, penetrarme, cogerme hasta que explotemos de placer los dos. Suavemente me levantas otra vez, llevas mi boca a tu boca (la tuya), sabes que vas a correrte y que yo no aguanto más, me besas esta vez sin tanta furia, me besas suave, tus movimientos se hacen más lentos pero igual de intensos, no quieres acabar, quieres cogerme más, no salir de mi sigues besándome y haciéndomelo más despacio, acerco mi boca a tu oído y te susurro, ¿quién es tu perrita más rica?, me encanta como me coges ¿Quién es tu gatita traviesa?, dame esa lechita que estoy loca por sentir. Oír estas palabras te alborotaron tanto que volví a sentir la furia de tus embestidas, rápidas y fuertes, ahhhhh que me haces correr una y otra vez, mmmm siento como mi vagina se llena de un liquido caliente que llena mi vagina, mm tus brazos me aprietan fuerte, te tumbas encima de mí y me susurras, "te amo mi gata, eres lo máximo Mmmmmmm" ya no tengo fuerzas ni para vestirme, vas al baño y humedeces una toallas y la pasas por mi cuerpo sudado, mmmm, me vistes de nuevo Me besas la frente, me acomodas el pelo, te arreglas también y luego de darme un largo beso me dices "ahora mi gatita hermosa, Te vas a tu casa, te das un rico baño, descansa, que quiero verte en la noche". Nos despedimos luego de otro largo beso, pero pendientes de la noche

No hay comentarios:

Publicar un comentario